Un juego creativo para leerescribir y encontrarse con el universo del té. Para quienes quieran degustarlos e ingresar al mundo poético de las infusiones.

También explora, de forma lúdica, la teomancia o lectura del té junto a poetas de diferentes latitudes.


Objetivo del juego

Sumergirse en los tiempos del té y dejar que las palabras, la conversación y la poesía nos encuentre.


¿Por qué un juego sobre el té?

Tomar té es una experiencia que, aún sin proponerlo, nos invita a ser parte de una ceremonia. Se inicia en el momento mismo de su preparación. Elegir las hojas, poner el agua a calentar, dejar que reposen. Hojas que tal vez vinieron del otro lado del mundo, muchas de ellas cortadas a mano (¿sabías que se usa solo el brote, la primera y segunda hoja de cada planta?). Es una tarea que implica amor y tiempo. Hay quienes toman té en soledad, entrando en un ritual íntimo y personal. Pero también es posible que se arme una ronda y la ceremonia del té se despliegue entre varias personas que comparten, al unísono, el mismo deseo: ingresar en ese “otro tiempo” al que nos invita el té. Ese tiempo al que también nos invita el juego.


Un poco de historia

La ceremonia del té tiene orígenes milenarios. Las primeras referencias se remontan a China. En el año 2750 a.C, mientras el emperador Shen-Nung descansaba bajo un árbol, una hoja de té cayó sobre el cuenco con agua caliente que tenía a su lado. Este nuevo sabor le resultó refrescante y habría dicho: «El té apaga la sed, reduce las ganas de dormir, alegra y aviva el corazón». En Japón la historia del té comienza en el siglo IX, cuando algunos monjes viajan a China para aprender sobre su cultura. Primero se empezó a tomar en los ámbitos religiosos, luego esta práctica se extendió al resto de la sociedad, cuando comienza el cultivo de té. Actualmente, y gracias a ese largo recorrido, se toma té en todo el mundo.


La poética del Té

Reúne una selección de versos sobre el té escritos por poetas de diferentes latitudes y extraídos del blog Diario de té (teadia- rio.wordpress.com). También explora, a modo de juego, la teomancia o lectura de hojas de té y hace preguntas destinadas a ser respondidas a través de la escritura. Final- mente, incluye cartas con diferentes tipos de té en hebras y sus descripciones para invitar, a quienes quieran degustarlos, a ingresar en el mundo de las infusiones.

El mazo está compuesto por 50 cartas y se puede dividir en 4 series: ·Selección de versos sobre el té (15) ·Teomancia: Lectura de hojas de té (15) ·Preguntas para responder a través de la escritura (10) ·Tipos de té. Preparación y algunas características (10).


Sugerencias de juego - 4 MODOS

Oráculo del té: Formular una pregunta y responderla con un verso y una carta de la serie teomancia. Tener en cuenta el listado de símbolos y sus significados. Idealmente la pregunta debe ser abierta, que no pretenda una respuesta unívoca, exacta ni literal.


Escritura y té: Sumergirse en los tiempos del té y dejar que la palabra escrita fluya, se manifieste. Dicen que la ceremonia del té es una “meditación en movimiento”. La escritura también lo es. Dejamos a mano dos posibles combinaciones de cartas que servirán de inspiración al momento de hacer una pausa, tomar un té y disponerse a escribir: ·Tomar un verso y una pregunta. A partir de ambas cartas, escribir un poema. ·Extraer una carta de té y una pregunta. Escribir a partir de ese escenario.


Ceremonia del té: Experimentar nuevos sabores en el mundo del té. Elegir un tipo de infusión, prepararla y saborearla. Luego, escribir un texto, registrar ideas o sensaciones a partir de lo experimentado. En el mazo compartimos una selección de tés que pueden conseguirse fácilmente en Argentina. Hay muchos más. Se podrán incluir otras variedades y realizar nuevas combinaciones.


Leer las hojas de té: Preparar un té en hebras y practicar teomancia a partir de los significados que ofrece la lectura de sus hojas (ver selección de cartas). Para servir el té sugerimos utilizar una taza blanca. Una vez que se ha bebido la infusión, escurrir todo el licor restante tapando la taza con un platito. Mover el poso tres veces en dirección contraria a las agujas del reloj, girar la taza para que el asa quede hacia el consultante y disponerse para la lectura.


Marisa Negri

En casa no se tomaba té, se tomaba mate. La que sí tomaba té era la tía Coca, que una vez al año, en vacaciones de invierno, nos llevaba a su casa de Palermo a las cuatro primas para iniciarnos en los hábitos de la sociedad. Aquellos fueron mis primeros rituales de té, aprender a colocar la vajilla y los servilleteros de plata, mantener la espalda tiesa y no abalanzarse sobre las masitas hasta que todo estuviese en su lugar. Recuerdo el aroma de las hojas en las alacenas de la casa y también, años después, cuando atesoré entre mis pocas posesiones de recién separada una lata de té de jazmín. Dormía a mis hijos y entraba en la intimidad de leer y escribir, de encontrarme.

Nació en Buenos Aires, en 1971. Creció en una pequeña localidad del conurbano bonaerense y pasó sus veranos en una isla del Delta, lugar que varios años después eligió para vivir. Apasionada de la poesía, sostiene que su necesidad de escribir siempre fue inmensa. Es poeta, bibliotecaria y docente rural. Se especializó en Educación por el Arte. Coordina, desde 2010, el Festival de Poesía en la Escuela y lleva adelante el sello editorial “La Ballesta Magnífica".

Entre sus publicaciones se encuentran Kasu (La Gran Nilson, 2019) un libro de poemas que recorre la historia del té, y la antología Camellia, mujeres que toman té (Tanta ceniza, 2021). Realizó estudios de sommelier en la Escuela Argentina de Té. Le gustan mucho los blogs (llegó a tener 40) y allí recopila material sobre temas que le interesan. Uno de ellos es Diario de té. También, dice, escribe muchas cartas y vive rodeada de libros.

LA POETICA DEL TE - CARTAS - TINKUY /+ 10 AÑOS - ADULTOS

Un juego creativo para leerescribir y encontrarse con el universo del té. Para quienes quieran degustarlos e ingresar al mundo poético de las infusiones.

También explora, de forma lúdica, la teomancia o lectura del té junto a poetas de diferentes latitudes.


Objetivo del juego

Sumergirse en los tiempos del té y dejar que las palabras, la conversación y la poesía nos encuentre.


¿Por qué un juego sobre el té?

Tomar té es una experiencia que, aún sin proponerlo, nos invita a ser parte de una ceremonia. Se inicia en el momento mismo de su preparación. Elegir las hojas, poner el agua a calentar, dejar que reposen. Hojas que tal vez vinieron del otro lado del mundo, muchas de ellas cortadas a mano (¿sabías que se usa solo el brote, la primera y segunda hoja de cada planta?). Es una tarea que implica amor y tiempo. Hay quienes toman té en soledad, entrando en un ritual íntimo y personal. Pero también es posible que se arme una ronda y la ceremonia del té se despliegue entre varias personas que comparten, al unísono, el mismo deseo: ingresar en ese “otro tiempo” al que nos invita el té. Ese tiempo al que también nos invita el juego.


Un poco de historia

La ceremonia del té tiene orígenes milenarios. Las primeras referencias se remontan a China. En el año 2750 a.C, mientras el emperador Shen-Nung descansaba bajo un árbol, una hoja de té cayó sobre el cuenco con agua caliente que tenía a su lado. Este nuevo sabor le resultó refrescante y habría dicho: «El té apaga la sed, reduce las ganas de dormir, alegra y aviva el corazón». En Japón la historia del té comienza en el siglo IX, cuando algunos monjes viajan a China para aprender sobre su cultura. Primero se empezó a tomar en los ámbitos religiosos, luego esta práctica se extendió al resto de la sociedad, cuando comienza el cultivo de té. Actualmente, y gracias a ese largo recorrido, se toma té en todo el mundo.


La poética del Té

Reúne una selección de versos sobre el té escritos por poetas de diferentes latitudes y extraídos del blog Diario de té (teadia- rio.wordpress.com). También explora, a modo de juego, la teomancia o lectura de hojas de té y hace preguntas destinadas a ser respondidas a través de la escritura. Final- mente, incluye cartas con diferentes tipos de té en hebras y sus descripciones para invitar, a quienes quieran degustarlos, a ingresar en el mundo de las infusiones.

El mazo está compuesto por 50 cartas y se puede dividir en 4 series: ·Selección de versos sobre el té (15) ·Teomancia: Lectura de hojas de té (15) ·Preguntas para responder a través de la escritura (10) ·Tipos de té. Preparación y algunas características (10).


Sugerencias de juego - 4 MODOS

Oráculo del té: Formular una pregunta y responderla con un verso y una carta de la serie teomancia. Tener en cuenta el listado de símbolos y sus significados. Idealmente la pregunta debe ser abierta, que no pretenda una respuesta unívoca, exacta ni literal.


Escritura y té: Sumergirse en los tiempos del té y dejar que la palabra escrita fluya, se manifieste. Dicen que la ceremonia del té es una “meditación en movimiento”. La escritura también lo es. Dejamos a mano dos posibles combinaciones de cartas que servirán de inspiración al momento de hacer una pausa, tomar un té y disponerse a escribir: ·Tomar un verso y una pregunta. A partir de ambas cartas, escribir un poema. ·Extraer una carta de té y una pregunta. Escribir a partir de ese escenario.


Ceremonia del té: Experimentar nuevos sabores en el mundo del té. Elegir un tipo de infusión, prepararla y saborearla. Luego, escribir un texto, registrar ideas o sensaciones a partir de lo experimentado. En el mazo compartimos una selección de tés que pueden conseguirse fácilmente en Argentina. Hay muchos más. Se podrán incluir otras variedades y realizar nuevas combinaciones.


Leer las hojas de té: Preparar un té en hebras y practicar teomancia a partir de los significados que ofrece la lectura de sus hojas (ver selección de cartas). Para servir el té sugerimos utilizar una taza blanca. Una vez que se ha bebido la infusión, escurrir todo el licor restante tapando la taza con un platito. Mover el poso tres veces en dirección contraria a las agujas del reloj, girar la taza para que el asa quede hacia el consultante y disponerse para la lectura.


Marisa Negri

En casa no se tomaba té, se tomaba mate. La que sí tomaba té era la tía Coca, que una vez al año, en vacaciones de invierno, nos llevaba a su casa de Palermo a las cuatro primas para iniciarnos en los hábitos de la sociedad. Aquellos fueron mis primeros rituales de té, aprender a colocar la vajilla y los servilleteros de plata, mantener la espalda tiesa y no abalanzarse sobre las masitas hasta que todo estuviese en su lugar. Recuerdo el aroma de las hojas en las alacenas de la casa y también, años después, cuando atesoré entre mis pocas posesiones de recién separada una lata de té de jazmín. Dormía a mis hijos y entraba en la intimidad de leer y escribir, de encontrarme.

Nació en Buenos Aires, en 1971. Creció en una pequeña localidad del conurbano bonaerense y pasó sus veranos en una isla del Delta, lugar que varios años después eligió para vivir. Apasionada de la poesía, sostiene que su necesidad de escribir siempre fue inmensa. Es poeta, bibliotecaria y docente rural. Se especializó en Educación por el Arte. Coordina, desde 2010, el Festival de Poesía en la Escuela y lleva adelante el sello editorial “La Ballesta Magnífica".

Entre sus publicaciones se encuentran Kasu (La Gran Nilson, 2019) un libro de poemas que recorre la historia del té, y la antología Camellia, mujeres que toman té (Tanta ceniza, 2021). Realizó estudios de sommelier en la Escuela Argentina de Té. Le gustan mucho los blogs (llegó a tener 40) y allí recopila material sobre temas que le interesan. Uno de ellos es Diario de té. También, dice, escribe muchas cartas y vive rodeada de libros.

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